A lo largo del año se ha venido consolidando la presencia de grupos armados en todo el departamento. Los dos años siguientes a la firma de los acuerdos de la Habana crearon la ilusión de que entrábamos en un proceso de paz con la reincorporación de las Farc a la vida civil. No obstante ello, diferentes factores dieron al traste con lo que no solo era deseado sino posible.
La pobreza y la desigualdad social, en primer lugar; que, en regiones como la nuestra, afecta de manera contundente por la ausencia del Estado en términos de la inversión social y la dotación de una infraestructura productiva. Aunado a la política neoliberal centrada en los grandes núcleos productivos en función de los mercados y en la política minero energética, devastadora de riquezas naturales como las de nuestro territorio.